miércoles, 29 de agosto de 2012

De vacaciones ...como los monos de Gibraltar ;)

¡¡¡Hola chicas!!!
Sé que ahora estoy un poquitín perdida, pero caramba, noooooo. Estoy de vacaciones playeras ,observando a surferos que estan...aishhhh, IN-CRE-I-BLES. Solo os escribo para deciros que el proximo capitulo está en marcha, y... en realidad fue porque tenía ilusión de contaros una noticia, sí, ajá, allá va:
¡¡¡¡¡ESTUVE EN LA INGLATERRA ESPAÑOLA!!!!! 
Sí, bueno, es que suena mejor decir eso que Gibraltar ;)) Pero fue relamente alucinante, estaba toda emocionada por montarme en uno de esos autobuses de dos plantas, y...YUPIIIIIIIIIII!!!, lo hice, y fue lo más guay del paraguay.
También me hice fotos en un cabina de telefonos y jajajaja, me partí el culo con los uniformes de los policias, QUE RIDÍCULOOOOOS!!! ejem, bueno, solo eso, que fue muy chachi, también visité a los monos, algunos tenian unas caras que... estaban por TODOS lados, y realmente viví una experiencia un tanto curiosa y divertida con los monos que sería demasiado ridícula de contar ;)
Bueno, que os quiero mucho y que el capi está progresando mucho, jejeje, ¡¡¡BESAZOS GIGANTESCOS Y DISFRUTAD DE LO QUE QUEDA ESTE VERANOOOO!!!
PD: esas fotos NO las tomé yo,¿eh? que conste... ;P Nos vemos preciosas

sábado, 25 de agosto de 2012

15.- Un golpe de...¿suerte?

Bostezo por enésima vez en lo que va de mañana, que son quince minutos.
-Ana, ¿me puedes explicar por qué estás poniéndote la camiseta de pantalón?-pregunta Irene mientras cepilla su cuidado cabello rubio.Suspiro y miro como mi piernas se encuentran donde deberían estar mis brazos en la camiseta.
-Aun no entiendo por qué me has obligado a ir contigo a comprar las entradas para el concierto de Justin-gimo mientras comienzo a vestirme correctamente.
- No te he obligado, estas obligada, que es diferente- sonríe Irene- Y baja la voz, que como María se despierta me mata, anoche duró mucho la Discoteca.
Vamos a aclarar algo, para Irene Hacer la Discoteca encender y apagar muy rápido y repetidas veces unas lucecitas que trae con ella a todos los viajes… Eso le podría gustar a las personas anti-dormir, y María y yo definitivamente no somos esas personas.
- ¿Sabes? Me estoy planteando seriamente asesinar a las lucecillas de las narices- gruño levemente irritada, compréndanme, que te despierten a las cinco de la madrugada, cosas que cae como una jarra de agua fría (literalmente, en serio) no favorece mucho al estado de ánimo.
- Para ello tendrás que matarme antes a mí-ríe.
- No lo pongas tan fácil, Irenita- digo antes de recibir un empujón de ella y caer al suelo de culo, creedme, el equilibrio de una persona a estas horas de la madrugada, no es guay. 
Poco después salimos del cuarto intentando no hacer mucho ruido. Realmente ando como un zombi, algo así con los brazos caídos y arrastrando los pies, no paro de quejarme y quejarme y quejarme y… sí, quejarme. Irene me habrá fastidiado a mí, pero yo la fastidiaré a ella.
- ¿Y donde se supone que compraremos las entradas?-suspiro cuando llegamos a la primera planta.
- Ah pues, busqué en internet y la venden en centros comerciales y eso, pero nosotras iremos al estadio donde el cantará, allí también las venden.
Cruzamos por la recepción vacía y llegamos al portón. Una brisa de aire helado me sobrecoge estremeciéndome hasta los pies.
- Santa mierda-exclamo en un gritillo abrazándome a mi misma.- Si en España todavía me podría bañar en la playa.-me quejo.
- Ya, pero esto es Londres Anita- sonríe Irene.
Avanzamos por el césped cubierto de rocío y reprimo otro bostezo. Me paro en seco al ver hacia dónde se dirige Irene.
- ¿No pensarás ir en el coche no? Es una broma, ¿verdad?- balbuceo- ¿¡Pero tú estas loca!? ¿Qué quieres que María nos mate? ¿Quieres pagar las millones de multas que recibirás hoy?- no sé a que le tengo más miedo, si a la conducción temeraria de Irene o a ir en este coche malditamente rosa.
-  Das por sentado que soy mala conductora, pero el otro día fuiste tú la culpable, el cielo se puso gris mientras cantabas, ¿no te diste cuenta?
Ríe mientras me agarra del brazo y estira de mí hasta meterme dentro del coche. Lo rodea y entra el la parte del conductor.
- ¿Cinturones abrochados?-pregunta Irene entusiasta mientras agarra fuerte el volante. Asiento desganada- Tres, dos, uno…¡¡¡DESPEGUE!!!

A los treinta minutos seguimos dando vueltas por las solitarias calles de Londres como dos tontas. Tras saltarse tres semáforos y casi atropellar a un perrillo, rene sigue buscando e estadio. Mis tripas gruñen, son las 6 y media, ¿Qué le pasó a mi reloj biológico?
- Ahora comprendo como se sentía Perseo en el laberinto ese del fauno-se queja Irene dando golpecitos en el mapa.
- Era un minotauro-corrijo.
- Lo que sea- gime.
- Tienes un sentido de orientación pésimo- sonrío cansada.
-  ¿Sabes? Cuando te saques el carnet del coche, y practiques, te amargaré la vida-advierte Irene.
- Tienes el mapa al revés- río divertida.
- Oh, te estaba poniendo a prueba-se excusa Irene sonriente.
- ¿Durante 30 minutos?
- 25 minutos y 30 segundos exactamente- bromea.
- Eres un crack.
- Siempre lo supe.-dice con suficiencia.
- Pues no te lo creas- bromeo divertida.  
Antes de que pueda decir nada, desvió mi mirada por la ventana y grito de alegría.
-¡¡¡GRACIAS AL CIELO!!!-chillo riendo mientras observo el estadio justo enfrente de nosotras...
Irene conduce hasta unos aparcamientos, y cuando está apunto de aparcar, CRACK, golpea el coche de atrás en un estrepitoso ruido de cristales
- ¿Esto se va a convertir en costumbre?-pregunto mientras salgo a la velocidad del rayo del coche- Porque no pienso conducir de nuevo contigo.
Mi boca cae abierta al ver el faro roto sobre el asfalto.
- Oh, no… ¿no te suena este coche de algo?- dice Irene mientras miramos horrorizadas el faro totalmente roto del coche.
Observo el coche y mi cerebro se congela de inmediato al reconocer la matrícula.
- Ay mi madre, ay mi Dios, ay…
- ¡¡Ay que me muero!!-solloza Irene.
Me detengo cuando oigo que me llaman, me giro y realmente, realmente ahora, ¡¡DESEARÍA QUE LA TIERRA ME TRAGASE!! Ya de paso podrían traer a María y que viera la nueva abolladura de su coche…Me doy una palmada en la frente y reprimo un llanto viendo como Zayn Malik se dirige hacia mi. Tras él van Niall y Liam charlando animosamente.  Abro la boca como gritando, que es lo que deseo hacer.
- Vete, vete-le susurro alzando la voz y haciéndole señas con las manos señalando a Niall- Entretenlos- digo.
Zayn pone cara rara, normal, pero es cuando ve el faro del coche destrozado sus ojos se desorbitan, llevándose una mano a la boca, señala a Irene, a mí y al coche, como diciendo “¿¡Ustedes habéis hecho eso?!” Caramba, podemos hacer eso y mucho más. Asiento y Zayn sacude la cabeza sonriendo, y alarmado se vuelve corriendo a sus amigos.
- Chicos, creo que me dejé la sudadera en las gradas-les dice.
- Ey, ¿esas no son Irene y Ana?- pregunta Liam estrechando los ojos hacia nosotras.
Es entonces cuando Niall lanza un grito atronador y comienza a correr.
- ¡¡DOLLY!!
- ¿¿¡Dolly!?? ¿Es en serio?-comienza a reír Irene. 
- ¡¡¡TÚ!!! Criatura del demonio-chilla Niall señalando a Irene acusadoramente.
- Lo siento, no hablo élfico- continua riendo.
- ¡¡AGGGGG!!No la soporto- parece bastante desesperado- ¡¡DOS VECES!! ¡¡DOS VECES!! ¡¿Es que no tienes nada mejor que hacer?
- Meterme contigo es otra de ellas- jadea Irene aun riendo incontroladamente, ahora en el suelo pataleando.
- ¿Se pone así cada vez que tiene un accidente?-pregunto sonriendo.
- No solemos tener accidentes tan a menudo, pero solo se pone así con ella- dice Liam.
- Oye, Niall, he escuchado que los elfos viven al otro lado del mar, ¿por qué no te vas allí y te pierdes un ratito?-se burla Irene incorporándose.
Se me escapa una risita y Niall me fulmina con la mirada.
- No te pongas a la altura de la rubia- me riñe molesto.
- Chaval, a ver cuando te enteras de que eres rubio, supéralo, que seas tintando no es mi problema.- bufa Irene.
- No me llames chaval, ¿y ustedes no decís nada, cobardes?-gruñe Niall encogiéndose de hombros.
- Niall, compórtate-avisa Liam.
- Chicos, este es el mejor Hot Dog que he probado en el mundo- nos sobresalta Harry con un perrito caliente en su mano- Oh, hola- me sonríe y sacude la cabeza a Irene en un saludo- ¿Qué pasa aquí? ¿Me voy un segundo y ya montáis una fiesta sin mi?
- ¡¿UNA FIESTA?! Esta niña-escupe la palabra como si fuera una maldición, señalando a Irene- ha roto a pedazos el faro de mi coche y ha abollado la parte trasera, Harry-gime casi desesperado agachándose al suelo y agarrando los pantalones de un Harry muy sorprendido, mirándole suplicante. –DILES ALGO.
- Oh…-balbucea Harry estupefacto y levanto su mirada a el coche con tres faros, finalmente me mira a mí y a Irene- ¿Es en serio?-susurra y comienza a reír descontroladamente. 
Mientras Harry cae al suelo de la risa, ayudado de Niall que enfadado no para de darle puñetacitos y el otro que no puede parar de reír.
- Bueno, ¿y qué hacéis aquí?-pregunta Liam suspirando y sin poder controlar una sonrisa con la estúpida escena de sus amigos.
- Ah, pues venimos a comprar entradas para el concierto de Justin- informa Irene.
- Pues se han agotado-salta Niall incorporándose y arreglándose las ropas.
- Bromas aparte-bufa Irene.
- No es broma, ya no quedan.
- ¡¡¿¿QUÉ??!! MARIA ME VA A MATAAAAR!!! Ana, dile a mis padres que los quiero…-solloza Irene.
- ¿No exageráis un poco?-ríe Liam.
- Creo que nos estamos quedando cortas- asiento sonriente.
- Bueno, si queréis os podemos conseguir entradas, ya que moi  es amigo de Justin Bieber, podemos hacer una excepción-alardea Niall.
- ¡¡¡GRACIAS POR DIOOOOOS!!! Os debo mi vida-ríe Irene dando saltitos.
- No sabía que os gustara tanto Justin-me sonríe con dulzura Harry.
- Ni yo- le devuelvo la sonrisa. Harry alza una ceja- Bah, cosas de chicas.
- Caray, podría hacer un libro de ello solo con vosotras- ríe- sería un best-seller.
- Fue por una apuesta-le doy un empujón riendo.
- ¿De que trataba?
- Oh, pues, si yo no…- comienza Irene y se para de repente, lanzando una asesina mirada a Niall- ¡¡FUE TU CULPA!!-grita- ¡¡perdí la apuesta por tu culpa!! Si no hubieras aparcado el coche en segunda fila ahora mismo podría  estar con comiendo helado o…
- Irene- la intento tranquilizar- Inspira profundamente.
- Bueno, ya que son las 7 de la madrugada, ¿Qué os apetece hacer?-pregunta Liam con una gran sonrisa entusiasta.
- Dormir-contestamos Irene y yo a la vez.
- Bueno, eso o tomar un café con triple cafeína y triple chocolate- suspiro.
- Guau, que energía… ¿Ya estáis estresadas y ni siquiera ha empezado el curso?- se burla Harry.
- Es que nosotras nos estresamos antes para luego adaptarnos y tomarnos las cosas con tranquilidad- explico, y es verdad- Además, por lo menos hemos acabado el instituto, no como otros- digo con mofa.
- Vale, chicos, no empecéis ustedes también-ríe Liam.
- Entonces de acuerdo, vamos a una cafetería- sonríe Niall.
Caminamos (yo aun medio zombi) hacia un de las mejores cafeterías de Londres según Niall… Bueno, esperemos no llevarnos una sorpresa, creo que estoy recibiendo demasiadas, no todas buenas…
Llegamos a la cafetería, y bueno, de infraestructuras y eso no esta nada mal…pero que digo, ¡¡¡ESTO ES VERY  VERY CHACHI!!! Sonrío ampliamente y  doy silenciosas palmitas. Niall nos conduce a una impresionante terraza, y oishhh, ¡¡amo este lugar!! Me parece que esta no será la última vez que acudiré. Irene está igual de emocionada que yo, le encanta que haya jardines y mucho verde, nosotras bromeamos con ello llamándola Chica Greenpeace.
Nos sentamos en una mesa de madera y sillas de mimbre, inspiro profundamente y amplio mi sonrisa aun más.
- Bueno, ¿Qué vais a pedir?-pregunta Niall- Es autoservicio- anuncia, poniendo las manos en jarras y dando golpes impacientes con el pie en el suelo.
- Un zumito -dice Irene mirándole divertida, esta chica es maliciosa, disfruta verdaderamente viéndole molesto…
- ¿Estás de broma, verdad?-abre los ojos sorprendido- tienes un millón de bebidas increíbles y exóticas y lo que te pides es…¿un zumito?- bufa ahora- No sé como es que no me extraña.
- Bueno, yo quiero un chocolate oriental con canela y sirope y un cruasán- lee Zayn de la revista.
- Uauh- exclamo al leer los millones de tipos de bebidas de nombres tan suculentos como lo tienen que ser de sabor.
- Yo un batido de vainilla con caramelo y pan con mermelada de fresa- dice Liam dejando su carta sobre la mesa.
- Por cierto, ¿dónde está Louis?- pregunto de repente, yo y mi maravillosa memoria, en fin…
- Ah, fue a la discográfica a hablar con Simone- dice Harry sin mirarme, está demasiado enfrascado en su elección de bebida.
- OK, yo quiero un chocolate con nata montada, vainilla, crema, sirope, caramelo, stratacciela, galletas… y birutitas de chocolate y de colorines si puede ser- asiente Irene mientras todos la observamos boquiabiertos, aunque, verdaderamente esto es tan típico de ella- ¡¡AH!! Y un Kínder Bueno, a quien no le apetece eso, vamos.- como dije, TAN TÍPICO…
- Duh- solo balbucea incoherentemente Niall- Chicos, luego decís que yo como.
- Oooohhh son el uno para el otro-ríe Zayn- Igual de glotones.
- Vuelve a decir eso Zayn y tu tupé estará en peligro de extinción.-amenaza con una inocentona sonrisa linda en su carita… es como las lágrimas de cocodrilo, engañosa… ugg.
Reímos y toca mi turno de pedir.
- Yo… un zumo de naranja concentrado y una tostada de jamón- sonrío. Todos, hasta Irene, me miran como diciendo: WTF.-¿Qué?
- Bueno, solo…
- A ver…
- ¿Si?-repito.
- ¿Qué bebidas te gustan?-dice Harry.
- El zumo de naranja, el chocolate, y la Fanta, ¿por?- elevo una ceja.
- ¿Ni la coca cola ni el batido ni… nada?-exclama.
- Nada- me encojo de hombros, soy mUy quisquillosa con eso de qué beber.
- Joder-se le escapa a Liam.
- Bueno, eso lo arreglo yo-asiente decidido Harry- Ana- anuncia sonriente- confía en mí, Niall, yo le pido la bebida, voy a *ordenar contigo- se levanta de la mesa- Vamos.
- ¿QUÉ?¡¿Pero que dices?!-chillo intentando levantarme de la mesa, pero Irene me retiene.
- Lo que digo, tú espera ahí, te voy a sorprender…
¿Qué dije antes de las sorpresas?... me lo cargo. Todavía recuerdo aquella vez en Semana Santa de 3º de la ESO cuando me pedí un chocolate con avellana y… ¡¡sabía rarooo!! Lo cambié una vez porque no sabía como el que me pedí la última vez que fui a esa cafetería, y me lo cambiaron diciendo que posiblemente se habían equivocado, pero vi que echaban el sabor avellana del mismo bote que antes, ¡¡ SABÍA IGUAL DE MAL!! Me lo tuve que beber por coj---, pero vamos, una experiencia horrible, mi amigas traicioneras se burlaron de mí.
Me cruzo de brazos y no tengo más remedio que esperar a que vuelvan con mi desayuno/madrugón/sorpresa a la mesa. Tras 10 desesperantes minutos de Irene contando mi ridícula historia del chocolate de la avellana falsa (como lo llamé) y las risas de Zayn y Liam, Harry y Niall volvieron con dos bandejas.
- ¡¡Tachaaaaan!!-exclaman Harry riendo.
Observo las dos bandejas, hay cuatro batidos en una de ellas, y dos en la otra. Espero que el mío no sea el de pinta de vómito rosa… Siento la comparación, pero todo lo que sea desconocido, no es bienvenido.
- Y este es para ti-dice Harry tendiéndome el batido de pinta de… puaj.- ¿Qué pasa?-ríe al ver mi cara de asco. – Es batido de frutas del bosque, cuando lo pruebes ya me dirás, “súper catadora”.
- Gracias, pero no pienso probar… eso.-trago con fuerza.- Y sé reconocer algo asqueroso a distancia…- gruño entre dientes.  
- Lo dudo-comienza a reír de nuevo- ¿Quieres probarlo de una vez?-dice sonriendo hacia mí- No te morirás en serio.
- Lo-du-do- lo remedo burlona.
- Bueno, aun así, un alivio para el mundo, ¿no?- bromea recibiendo un puñetazo mio.
- Si no lo pruebas te lo tomarás por la fuerza- advierte Harry mientras el resto sigue con sus conversaciones y comienzan a zampar su desayuno/madrugón.
- Entonces inténtalo, chulo-le reto dudando que lo haga, ¿no lo hará verdad? No lo creo… vamos, no creo que sea capaz de hacer algo así.
- Tú lo has querido- se sienta en la silla a mi lado y acortando el poco espacio que nos separa intenta meterme el vaso en la boca, ¡¡¡SERÁ BURRO!!!
- Quita de encima so bestia cornuda- chillo nerviosa intentando apartarlo, digo intentando porque no lo logro. Él solo sigue riendo mientras (no se como) los de la mesa siguen en su mundo comilón.
- Con que nos ha tocado peleona, ¿eh?-no PARA de reír, y eso NO lo soporto, estoy a punto de gritarle cuando me desconcierta lo que hace.
Acerca “mi” vaso a sus labios y bebe un sorbo, alza sus ojos del batido a los míos y… no me gusta lo que presiento. Antes de poder preguntar sus labios están presionando los míos, BAM, ¡¡bomba atómica!! El sabor a frambuesa de sus labios inunda mis sentidos, BAM, ¡¡triple bomba atómica!! Mis manos se aferran al banco como si salvara mi vida, y parpadeo desconcertada, ¿Harry Styles me está besando? Su boca se amolda a la mía en los pocos segundos que dura el semi-beso, ¿pero que coño está pasando? Lo siento por la palabrota pero, ¿qué mierda está ocurriendo? ¿Harry me está besando para que pruebe el batido?
 Sonríe tan tranquilo aunque ligeramente alterado cuando se separa, noto como sus mejillas se han coloreado un poco, solo un poquitín… Jadeo nerviosa como si estuviera hambrienta de aire, repito, ¿qué acaba de suceder?
- ¿Que?-sonríe encantadoramente- ¿Está bueno o no?

martes, 7 de agosto de 2012

14.- El mundillo de Harrirafa

Clavo mi mirada en la maldita escalera y mascullo algo ininteligente. Estoy totalmente calada de los pies a la cabeza, y bueno, siempre he querido tirarme a una piscina con ropa, pero no en pleno otoño con un frío de invierno... No era esa mi idea. 
- ¿Estás echándole una maldición a la pobre piscina?- sonríe Louis entregándome una toalla que ha traído Zayn - No tiene la culpa, es joven e incauta, no se esperaba que una chica un poquitín torpe se resbalara... 
- No le eches cuenta- me sonríe Harry saliendo de un salto de la piscina. 
- No lo hago- aseguro cuando María e Irene se interponen entre Harry y yo. 
- Bueno, primero, ¿¿¡¡ DONDE DEMONIOS ESTÁ WENDYYYY!!??-exclama Irene para luego inspirar y calmarse- Dime que no está en esta casa con...- eleva la vista hasta toparse con los ojos azules de Niall, le dirige una mirada de repulsión- eso.
- Irene, sí, está en esta casa con estos.-hago un gesto abarcando a los cinco cantantes. 
-  Oh, D-I-O-S- se queda boquiabierta. 
- Vale, Irene, que tu pájaro esté junto al irlandés no es nuestro mayor problema- impone María- Ana, ¿dónde se supone que está la ropa?-pregunta con el ceño fruncido. 
- Oh, por dios, me acabo de caer en una piscina de 11 grados...
- 15 en concreto- interrumpe Louis. 
-15 -suspiro- y... en vez de preocuparos por como estoy, me atiborráis a preguntas- finjo estrés llevándome la mano a la frente, teatralmente.
- Es buena actriz...- le oigo susurrar entre risas Liam a Zayn, que asiente mirándome divertido. 
María comienza a sermonearme pero algo capta total y absolutamente mi atención. Zayn le tiende un toalla a Harry, éste la coge y la suelta sobre el césped llevándose distraidamente una mano a la chaqueta negra y quitándosela. ¿Eso? Bien, ¡ eso me hace perder el norte! Ya ni hablamos cuando sosteniendo el filo de su camiseta la echa hacia arriba mostrando su recién estrenada tableta. Ahí es cuando casi me desmayo. Dios... este chico es todo un espectáculo. Creo que ahora mismo estoy hiperventilando, sí, realmente estoy hiperventilando, porque Harry eleva sus verdes ojos a los míos, curioso mientras se echa la toalla al cuello. 
Aprieto la mandíbula, nerviosa, sellando mis labios conteniendo la respiración. 
- ¿Qué pasa? ¿Nunca has visto a un tío sin camiseta?- eleva una ceja, burlón. 
- Pues claro...- creo que se me olvidó mencionar que ese que vi sin camiseta es a mi hermano de 14 años. 
- A quien no ha visto es a Harry Styles sin camiseta- ríe Liam. 
- Eso, es mentira...- lo he visto en fotos... eso cuenta,¿no? ugg, mejor no lo digo, parece más como una obsesión. 
- Bueno, vale- interrumpe María- Ana, ve ahora mismo a cambiarte, si crees que vas a entrar en el coche así- ríe- estás muy equivocada- dice y me tiende una bolsa de plástico con ropa dentro- Como te conocemos de sobra, hemos traído ropa de recambio. 
- Aishh... no sé para que nos esforzamos contigo- suspira Irene rodando los ojo, provocando risas entre los chicos. La fulmino con la mirada y cojo la bolsa. 
- Que gente más quisquillosa...-mascullo dándome la vuelta y caminando en dirección a la casa- no sé para que nos esforzamos contigo- estoy imitando a Irene cuando noto que Harry llega a mi lado- ¿Qué haces?- le pregunta alzando una ceja, extrañada. 
- Pues que voy a cambiarme también...- se encoge de hombros sonriendome tranquilamente. 
- Oh, extraño, creí que te desnudarías ahí en medio- bromeo. 
- Ja-ja, me parto y me mondo, eres lo más...- bufa rodando los ojos. 
- Dime algo que no sepa rizos, que no sepa...- le sonrío sacándole la lengua.
Llegamos a la puerta de cristal y me coge del brazo parándome. 
- Ahora, ¿qué?- pregunto poniendo los ojos en blanco.
- No pensarás entrar así, ¿no?- me sonríe malicioso. 
- ¿Así  cómo?- hago una mueca desconcertada. 
- Pues así de mojada- ríe socarronamente Harry. 
- No se si te has dado cuenta, pero...- digo lentamente  poniendo las manos en las caderas- , estás igual de mojado que yo... 
- Ya- dice igual de lento- peeeero... yo "vivo" en esta casa, ¿lo coges A-n-a?- vocaliza exageradamente.- Por lo que puedo entrar como quiera. 
- ¿Y qué pretendes que haga?- pregunto cruzándome de brazos.
Este chico tiene una habilidad increíble para irritarme, en serio... 
- Pues que te pongas unos zapatos como mínimo, unos zancos, en concreto- ríe. 
Me quedo con la boca abierta de par en par, ¿pero que habla este loco? 
- Vamos- apremia- ahí los tienes, así seguro que no manchas el suelo- se aguanta una risa señalando unos zancos a la entrada. 
- ¡¿¿Pero tú estás de broma , no??!-exclamo molesta- ¡Que te crees que me voy a poner esa cosas!- bufo rodando los ojos. 
- Eso es exactamente lo que vas a hacer si quieres entrar en la casa y cambiarte de ropa para volver a tu cueva- sonríe Harry apoyándose tranquilamente en la puerta. 
- Eres... agg, insoportable- pataleo el suelo y cruzándome de brazos agacho la cabeza finjiendo hacer pucheros. 
- Oh, por dios, ¿se supone que me debe de dar pena?- ríe Harry. 
- O pena o miedo, elige- mascullo. 
- Vale, mira, ¿qué te parece si te llevo  a cuestas?- ofrece sonriendo. 
- ¿Tú? ¿ A MÍ? ¿A cuestas? Ja, sigue soñando chaval- río nerviosa. 
- Vamos, Ana, ¿prefieres ir con zancos?- dice él. 
- Pues sí- miento, por dios, ¡¿cómo voy a querer ir con zancos?! ¿¡Y quién tiene zancos en una casa para no manchar el suelo?! 
- Bueno, pues, venga, cálzatelos- se encoje de hombros cuando le miro con odio- ¿¡Qué!? Son normas de Lou, no mías. 
Tras un largo suspiro, asiento hacia Harry, que sonríe victorioso. 
- Vale, iré a cuestas- suspiro de nuevo. 
- Ah, claro, pero así no- dice Harry.- No me voy a mojar más de lo que estoy, así... que te quitas los pantalones... 
- Espera, ¿qué? no, ESPERA ¿¿¡¡QUÉ!!??- chillo irritada- ¿Tú estás mal o qué te pasa? ¿Eres tonto o te lo haces? Aclárame, ¿qué te has creído? ¿David Bisbal inglés?
- ¿Eh?- Harry luce desconcertado por mi última observación.- Tranquilicémonos linda...- ríe- Te recuerdo que llevas mi sudadera, y eso te cubre como... lo suficiente- termina tranquilamente.
- Ya, y el mundo es plano, no te digo- ironizo poniendo los ojos en blanco.
- Bueno, pues allá tú- se encoje nuevamente y abriendo la puerta comienza a caminar silbando al interior .
Abro los ojos como platos, ¿¡en serio me va a dejar aquí sin poder entrar!? 
- ¡No!¡vale!- grito para que me oiga- me llevaras a cuestas... sin el pantalón- refunfuño en un susurro al final. 
- Ya decía yo...- sonríe Harry regresando a mi lado. - Bueno, yo no miro.- sonríe con ternura y se lleva ambas manos a los ojos, cerrándolos. 
- Como mires, te quedarás sin tus preciosos ojos verdes, ¿capito?- advierto recibiendo una risa de él. 
- ¿Crees que mis ojos son preciosos?
 Por dios, como si él no lo supiera ya... 
Me quito rápidamente el pantalón, comprobando que la enorme sudadera llega un poco antes que la rodilla. 
- Ya- mascullo con los brazos cruzados. 
Harry aparta sus manos de los ojos y me mira de arriba abajo haciendo que mis mejillas ardan y se tornen rojísimas. 
- Estás encantadora cuando te sonrojas- ríe Harry- Anda, sube- se agacha un poco ofreciendo soporte en su espalda. Menos mal, porque es bastante más alto que yo... 
- Vaya jirafín...- musito aguantándome la risa. 
- ¿Qué?- pregunta Harry.
- Nada, nada.
Poso mis manos sobre sus hombros frunciendo los labios para no reír. A ver, cuando me emociono o me pongo nerviosa con algo me sale una especie de risa histérica... y su piel es tan pálida y suaaaaave que... oh por dios. Esto definitivamente no pasa todo los días.
  Suspiro y trago saliva incómoda y alegre a la vez, e impulsándome enredo mis piernas en su cadera, Harry ríe. 
- Buff... como pesas- recibe una torta en la cabeza de mi parte. - Au, que me despeinas- sigue riendo. 
- Imbécil- gruño. 
- Es broma- le noto sonreír. - Sujétate bien- avisa y abrazo su cuello con fuerza. 
- Guauuu, así que es así como ven las jirafas el mundo- me burlo cuando Harry comienza a caminar al interior. 
- Que lástima que no vea las perspectiva de tu familia de hormigas entonces- ríe. 
- Ja-ja, no soy baja, soy normal- le pellizco la mejilla. 
- Auu- ríe de nuevo y me sujeta de las piernas para que no me caiga. Se siente raro la verdad. Lo que es normal estando en la espalda de tu plantónico sin pantalones.- Tienes la piel muy suavita- se burla. 
- Espero por tu bien que sea un cumplido- le aviso ocultando mi sonrisa. Nos quedamos un rato en silencio mientras sube lentamente las escaleras. 
- ¿En serio que no te peso mucho?- le pregunto entrecerrando los ojos. 
- Al contrario, eres bastante delgaducha, pesas poquito...- sonríe.
- Eso le dirás a María cuando la veamos después, ¿vale?, dice que como siga comiendo tantos grazúcares me pondré enoooooorme- reímos los dos- como un elefante... je, un Anafante- inspiro sonriente agarrándome un poco más fuerte al cuello de Harry porque no es que a esta altura sea muy estable. 
- ¿Grazúcares?¿Anafante? ¿Eso que es?- pregunta desconcertado- No recuerdo que eres española a veces, pero la verdad es que algunas palabras que dices... 
- Grazúcares viene de grasa-azúcares en mi idioma claro, y María unió ambas palabras. Además, ¿no viste este verano un anuncio de Danonino en el que mezclaban palabras de animales? Bueno, pues eso, tú te llamarías Harrirafa, Harry-jirafa. 
- Ah - suelta una carcajada, haciendome temblar sobre sus duros hombros- de todos modos sería  Harriraffe de Harry- giraffe- opina Harry. 
- Eso en tu idioma, en español suena más guay- digo sonriendo. 
- Guay ¿eh?-ríe.  
Casi llegamos a la habitación. 
- Arre caballo- hinco -no muy fuerte- mi rodilla en sus costillas. 
- ¿Me has llamado caballo? ¿Primero jirafa y luego caballo?
- Es que eres todo un animal- le doy palmaditas en la cabeza con una mano, intentando no perder el equilibrio.
Cuando Harry abre la puerta mi boca se abre de par en par igual que mis ojos. Deshago mis brazos de alrededor de Harry y planto mi pies en el suelo observando la habitación con los ojos brillantes. 
- Joooo... que habitación taaan... chachi- gimo riendo. 
- ¿Chachi?- ríe Harry- buena palabra. 
- Gracias. 
- Es mía, la habitación digo- dice con una sonrisa y me vuelvo asombrada para mirarlo a sus ojos verdes. 
- ¿Tienes una habitación en la casa de Louis?
- Pues sí...- sonríe divertido- A Louis no debería hacer más apuestas. Los cuatro tenemos una habitación propia en su casa.
Le devuelvo la sonrisa y aparto mis ojos de los suyos, guau, intimida... Avanzo hasta la cama y paso la yema de mis dedos por la suave tela. 
- No malgastáis el dinero, ¿eh?- río. 
- Sabemos como utilizarlo- se encoge de hombros. 
- Ajá- asiento paseando mi mirada por la habitación, hasta pararme en un tablón con un gran folio lleno de nombres. 
Me acerco y frunciendo el ceño compruebo sorprendida que son nombres de chicas. Los nombres tienen al lado un recuadrito y algunos están coloreados y otros no. 
- No me digas que es una lista de tus amiguitas especiales- digo sin creérmelo. 
- Mmm... vale, no te lo digo- se encoge de hombros tan tranquilo... será.... cerdo.
- ¿Pero... cuáles son las... que están tachadas?- pregunto sin apartar los ojos de la lista, guau, hay muchiiiiiismos nombres. 
- Bueno, hay muchas chicas guapas y que quieren salir conmigo, las llevo al cine o un restaurante y las voy despachando, son lindas y listas, pero no quiero una relación seria- se excusa sonriendo para sí, lo escucho incrédula.- Mañana voy con... ¿como era? Katrina, y el Sábado con Nicole... creo- murmura para sí.
 - Pero las estás engañando a todas- casi chillo. 
- A ellas les da igual, lo único que quieren es un día conmigo- me sonríe débilmente. 
- Lo dudo, ¿sabes? Me alegro de que nunca compruebe lo que es una cita contigo, eres un... eres...- me muerdo el labio, irritada y enfadadísima. 
- ¿Soy...? 
- Eres...eres un cabrón- le suelto enojada. Un silencio se extiende entre ambos. Harry parpadea desconcertado y me mira serio, yo le lanzo miradas terroríficas antes de dirigirme al baño y cerrar la puerta con un estruendo. 

Los ojos me pican llorosos. Lo peor que me podía pasar en el mundo, ha ocurrido... Está bien, quizás no lo peor. Pero saber que has estado viviendo en una mentira, que tu platónico e ídolo no es la persona que pensabas... bueno, decepciona. Lo sé, puede parecer patético, pero cuando las cosas me iban mal, siempre pensaba en Harry, en su música, en sus bromas, en su amabilidad, en su tacto con las chicas... que ironía, por dios. 
 
Me froto los ojos y resoplo, vale, no voy a a llorar de rabia por un tío, y menos por uno que juega con los sentimientos de las chica así. Uff... soy profunda cuando me lo propongo.
Me quito la sudadera cuando llaman a la puerta del baño. 
- Ana...- oigo al otro lado de la puerta- umm... lo siento.- continuo en silencio, no quiero que mi voz suena ronca cuando hable- Dejaré eso de la lista, la he roto... perdóname, por favor. 
- ¿Por qué te tomas estas molestias por mí?-pregunto en un susurro a los minutos.
- Por que tienes razón, está mal lo que he hecho, y... me he comportado como un completo idiota. 
- Cabrón, era cabrón...- sonrío finalmente provocando risas de Harry. 
- Está bien, como un completo cabrón- dice.- ¿Sabes? Eres una buena chica, me caes bien... y créeme, eso es un logro, normalmente en lo primero que me fijo en un chica es en lo buena que está... bueno, no es como si contigo no lo hubiera echo y... 
- Vaaale, vale, vale... no hace falta que des detalles- río nerviosa, ¿cree que estoy  buena
- Umm... ¿Ana?
- ¿Si? 
- Ahí dentro me dejé mi ropa- ríe. 
- Oh- me sonrojo considerablemente. - Pues vas a tener que esperar, no estoy presentable. 
- Vaya, pero no puedo esperar, esta noche tengo reunión con la discográfica e iré dentro de una hora y... no puedo perder tiempo, por lo que, tápate que entro- balbucea Harry. 
Suspiro, bah, para que discutir. Cojo la sudadera de Harry y la pongo sobre el pecho para cubrirme. 
- Oye, te tapas los ojos por precaución, ¿eh?- le advierto. 
- Porrr supuesto jefa- ríe cuando abre la puerta del baño.- Guíame, ¿vale? 
- Porrr supuesto jefe- río también.- Haber, gira a la izquierda, luego a la derecha y recto y... 
- Vamos Ana, hija, cógeme de la mano , me guías y me das la ropa- ríe  con los ojos cerrados débilmente. 
- Cierra más fuerte los ojos- le riño mientras camino hacia él. Me sujeto bien la sudadera contra mí con una mano, y con la otra envuelvo la mano de Harry. 
Se siente terriblemente bien cuando entrelaza sus dedos en los míos y me da un suave apretón, le miro sonriente y el también sonríe, hacia ninguna parte, claro, ya que tiene los ojos cerrados. 
Camino en lentos y cortos pasos hasta el bidet, me agacho y cojo el conjunto de vaqueros, jersey y cazadora para ponerlo en manos de Harry, que da un saltito sobresaltado, río y le conduzco hasta la puerta, soltando su mano. Guau... mi mano está como electrificada... 
- Bueno, marchando rizos- le empujo fuera del baño cerrando la puerta tras él. 
Tras eso me visto rápidamente con la ropa que me han traido, que no se han complicado la vida vamos, unos vaqueros oscuros, una camiseta de tirantas blanca bajo una camisa a cuadros de tonos grises y negros. Acompañada claro de unas converse negras, guau, las chicas han ido de compras... 
Salgo del baño tras recogerme el pelo en una cola rápida, allí me encuentro a Harry vestido y apoyado contra el umbral de la puerta jugando con el móvil, alza su cabeza de la pantalla y me sonríe con los ojos iluminándose. 
- Ey... has tardado- dice sin dejar de sonreírme. 
- Que quieres, una chica necesita su tiempo - me quejo. 
- Ya, claro, anda vamos, que mientras estabas ahí Irene ha dado unos gritos que...- se estremece. 
- Ya, sí...  - río. 
Paso a su lado en la puerta y le miro. 
- Bueno pues me voy, mmm... no te entretengo  más, que te tienes que preparar y eso- me aclaro la garganta- Que... eso, me alegro de... conocer el mundo de un famoso.- sonrío. 
- Ajá, el mundillo de Harrirafa- sonríe de vuelta. 
Río divertida, y suspiro. 
- Espero que nos volvamos a ver, entonces- dice Harry, y antes de que pueda irme, Harry se inclina y besa con una suavidad increíble mi mejilla. 
A los segundos, la puerta del cuarto de Harry está cerrada, y yo, sola en el pasillo, con los ojos bieeeen abiertos, enteramente quieta, sintiendo constantes cosquilleos en mi mejilla y con un millón de mariposillas revoloteando en mi vientre.