8.- Small Help

Me quedo un poco shockeada al ver , otra vez, a Harry. Con su sola presencia mi piel comienza a arder y mis mejillas se sonrojan del tirón, caray, lo que hace un tío... y yo aquí, en un coche ridículamente rosa, con unas pintas lamentables... ¿ha tenido que elegir este preciso momento para aparecer? 

- Oh, vamos, Harry, ha abollado mi coche

nuevo.- se queja Niall.

- Y tú has echo que pierda una apuesta inútil-estalla Irene enfadada, sonrío interiormente, a Irene nunca le ha caído bien Niall Horan.

-  Niall, por favor, tenías tu coche aparcado malamente, solo no te quejes, estas chicas están heridas- le dice Harry con tranquilidad. 

- Eso, eso... así que ya puedes traer el kit médico rubiales- sonríe socarronamente Irene saliendo del coche, Niall abre mucho los ojos sorprendido, también Harry, sonrío, esto va a ser divertido.

- Pero, ¿cómo- cómo te atreves a hablarme así?- exclama- ¿Cómo se atreve a hablarme así?- le dice ahora a Harry, que aun sigue asombrado y quieto. 

- Pues moviendo los labios, así...- dice Irene y comienza a abrir y cerrar los labios repetidas veces, se me escapa una risa. Como dije antes, Irene enfadada=problemas...y esta vez el problema le ha tocado a Niall Horan de  One Direction.

- Pero bueno,¡¡ qué soy Niall Horan!! Merezco que me traten como a tal, una estrella del grupo- gruñe a Irene. 

- Una estrella apagada entonces, niño- contraataca Irene. 

-¿¡¡ Será posible que una niña malcriada me hable así!!? Tendrá dieciseis años como mucho.- ríe Niall histérico, es gracioso de ver, y también a Irene, que habla en inglés sin darse ni cuenta. - Mira te doy un disco, mi firma y como mucho un beso en la mejilla, ea, y todos contentos. 

- Ja,tengo diesiocho y no quiero ninguna de esas cosas, y menos un beso a menos que lleves desinfectante encima. 

- ¿¿¡¡ QUE QUÉ!!??-grita Niall con los ojos desorbitados- ¿¿¡¡DÓNDE TE HAN CRIADO A TÍ!!?? ¿¿¡¡EN UNA GRANJA!!?? 

- ¿Y a tí? ¿Qué te han criado tus amigos los elfos?, así estás tan verde - sonríe Irene, con total tranquilidad, esta chica es genial... 

Y es verdad, Niall se está poniendo de todos colores, rojo sobretodo, un rojo fuerte le tiñe las mejillas, menos mal que no hay nadie o casi en esta calle para ver este pollo que están montando Niall Horan e Irene. 

- Pero, bueno, ¿y a ti...? 

- ¿Vienes?- me pregunta de repente Harry mientras estos dos siguen peleando, con una sonrisa. 

- No me darás tú también un autógrafo y listo, ¿no?- bromeo. 

- No- ríe él mientras me abre la puerta- Ana, no. 

- ¿Cómo sabes mi nombre?- le pregunto, aunque ya temo la respuesta... 

- Eres la chica del aeropuerto, y la de la maleta- sonríe cabizbajo, como si estuviera aguantando la risa.

- Claro- sonrío- ¿A dónde me llevas?-pregunto extrañada. 

- A curarte, por supuesto- sonríe hermosamente, oishh... que sonrisa... y, jeje, esa frase suena un poco rara...

- ¡¡HARRY, NO TE ATREVAS A DEJARME SOLO CON ESTA LOCA PSICÓPATAAAAAAAAAAA!!!- grita Niall a lo lejos. Harry ríe divertido, hay que ver que risa más sexy.  

- ¿¿¡¡¡A QUIÉN LLAMAS LOCA PSICÓPATA!!!??- exclama Irene

- Oye, que yo me voy con otra igual- dice Harry, lo último, vamos, ya que recibe un puñetacito mío.- Au. 

-¡Quieto parao!- exclamo en español- No te pases rizitos- sonrío como advertencia, me da igual que sea famoso, a mi nadie me llama loca psicópata execpto mis amigas (que lo hacen bastantes veces por cierto)- Loca, vale, psicópata no. 

- Pues lo que había dentro de tu maleta no demostraba lo mismo- sonríe divertido Harry- Yo diría que mostraba síntomas de obsesión. 

- Yo diría que tu maleta mostraba síntomas de manía por los calzoncillos de colorines- le devuelvo la jugada. 

- ¿¡Viste mi maleta!?- exclama lanzando un chillido, yo especularía que fue un gallo. 

- Depende de como lo mires, si vale que Irene rebuscara y me dijera lo que había dentro y luego yo mirara, sí, si te refieres a mirar de mirar mirar por voluntad propia, nop- sonrío más ampliamente.

- Estas chicas saben, ¿eh?- ríe nervioso Niall- No lo hubiera sabido, dicen que el coche es el reflejo del condutor, y entonces, ¿Irene era tu nombre rubita?- mira a Irene, que asiente precavida- Irene sería Barbie. 

-Y tu serías un vejestorio- se molesta Irene, la pueden comparar con todo, pero no con Barbie... 
- ¿¿¡¡De qué hablas!!?? Mi coche es alucinante- exclama enfadado. 
-  Eso dilo por tí, cuando choqué con él me llegué a plantear seriamente que mi abuela había conducido hasta Londres- sonríe maléficamente Irene, no me gustaría estar en la piel de Niall. 
- Harry, ¡NIEGALO AHORA MISMO!- fulmina Niall a Harry con la mirada. 
- A ver, Niall, es que... había mejores coches y eso y... 
- ¡¡AHHHH!! ¡¡Las estás defendiendo, me estás dejando de lado!! Harry no te pases al lado oscuroooooo- supica Niall exagerando, mucho, muchiiiisimo, ¿desde cuando somos el lado oscuro? 
Irene y yo nos miramos divertidas. 
- Bueno creo que os dejamos con vuestra charla entre...- locos, iba a decir locos, porque es lo que los define, no cantantes buenorros que se diga, aunque buenos están- amigos... 
- No- niega Harry- Niall llevate a Irene y le curas. 
- Que mal suena eso tío- suspira Niall mirando a Irene con desagrado. 
- Vuelve a mirarme así y acabarás mal elfo rubito- gruñe Irene lanzándole una mirada asesina. 
Harry y Niall nos guían hasta su coche y sacan una pequeño maletin blanco con una cruz roja.  
- Haber, fiera, estate quietecita- pide Niall sacando un algodón. Irene le gruñe- Por Dios- sonríe Niall. 
Harry también saca un algodón y con la mano me alza la cabeza a él, ya que estoy sentada en el asiento del coche... esto tengo que apuntarlo en mi diario de viajes, "Irene ha chocado con un coche y era el de Niall Horan, y Niall y Harry nos han curado" bueno, eso sería simplificarlo mucho, pero no voy a escribir el tacto de la piel de Harry ni la pelea de Irene, sería demasiado ridipatético ...
- No está mal- dice mientras pone el algodón sobre mi herida- solo que tendrás un bollo- sonríe mientras me limpia la herida. 
- AHH- grito cuando me rocia la herida con algo y le doy, sin querer, una torta en la mejilla.
- Ah- gime Harry, aunque sonriendo divertido.
- Upp, lo siento- me disculpo. 
- No importa, te agradezco que no seas Irene, no querría estar en la piel de Niall- resopla y ambos miramos a esos dos. 
Niall está doblado hacia abajo gimiendo dolorido, con las manos sujetándose... ejem ejem... su paquete. 
- Me has... dado... un-una... patata- gime en un hilillo de voz. 
- Ya, no haber sido tan bruto- sonríe Irene.
- Aishh... no creí que las rubias eran tontas hasta que te conocí- masculla Niall enderezándose. 
Harry y yo reímos.  

- Odio a esos dos- refunfuña Irene cuando estamos en el coche de regreso a la universidad- Ahora tendré que comprarle esas malditas entradas a Doña , hacer el ridículo delante de Stefan... y lo peor- traga saliva- no comer helado en ... jooo... tres semanaaas- lloriquea. 
- Vamos, por lo menos ellos nos pagaran los arreglos del coche, ¿no?- miro el lado positivo. 
- Ya bueno, no nos lo hubieran tenido que pagar si no hubieran aparacado tan patétiamente mal. 
- Ahí tienes razón -sonrío. 
- Pero tranqui, cuando vayamos a su concierto- sonríe terroríficamente- se enteraran de verdad lo que es pasarlo canutas- ugg... cuando Irene se pone así da miedo.  
Llegamos a los aparcamientos y salimos con dificultad cargadas de bolsas. 
- María nos va a matar cuando nos vea- digo sonriendo. 
- Pues que no nos vea, estaba con Elena y Marta, ¿no? Mientras no esté en el cuarto cuando escondamos las chuches... todo irá bien. 
Asiento y comenzamos a recorrer el camino junto al césped de la universidad, recién regado por lo que veo... Llegamos hasta el enorme porche y entramos en el edificio. 
- Espera, hay que asegurarse de que María no esté en los pasillos- susurra Irene deteniéndome del hombro. 
- Irene... debes dejar de leer tantos libros de Sherlock Holmes, no es bueno que...
- Shhh...- me interrumpe tapándome la boca con la mano- Se escuchan pasos y...- ríe- no es por alardear pero sabría decirte a quien pertenecen... Bueno, mujer, joven de unos 20 y pocos, de tacones  de aguja, traje embutido de oficina, perfume Cacharel...- sonríe. 
Los pasos se van acercando y un hombre bastante mayor, con zapatos con tacos al final, con traje y fuerte perfume de Cacharel cruza la esquina.... cuando se aleja, comienzo a reirme sin poder parar, Irene gruñe... 
- Sí, claro, mujer...- jadeo riendo- de veinte y pocos...con tacones... y, bueno, has acertado en el traje y el perfume al menos- Irene me da una colleja- Auu- me quejo aun riendo. 
- Vuelve a reirte y .... 
- Vale, vale... si me río, ¿me darás con tu lupa?- me aguanto la risa de nuevo. 
Subimos las escaleras y pasamos por recepción, está vacia. 
- Jolín...- masculla Irene. 
- ¿Qué pasa?-pregunto sonriendo. 
- Quería ver a Stefan para que me alegrara el día- dice poniendo morritos. 
Llegamos hasta nuestra planta y cuando caminamos por el pasillo se abre nuestra puerta y aparece Maria impidiendo el paso, observandonos precavidamente y mirando en modo de inspección nuestras bolsas. 
- ¿Qué hay en esas bolsas?- pregunta lentamente y olisquea el aire,Irene y yo la miramos extrañadas - Huelo... carbohidratos- dice finalmente. 
Irene me lanza una mirada de preocupación, vale... se toma muy en serio el tema de las golosinas, y ahora que se quedará sin helados durante unas semanas, todavía más, las chuches, el café y los batidos son sus mejores opciones...
Me muerdo el labio inferior pensando una excusa y escapatoria... Esto va a ser dificl, ¿cómo le decimos que su magnífico y glorioso coche rosa está abollado y que hemos comprado dos kilos de chuches envenenadas con grazúcares, como las llama ella?